El último adiós al fundador Padre Farinello
La Fundación Papa Francisco lamenta profundamente el fallecimiento del Padre Luis Farinello, una figura emblemática que dedicó su vida a servir a los más necesitados y abanderar las causas de los humildes. A sus 81 años, el Padre Farinello nos deja un legado de entrega, compromiso y lucha por la justicia social que perdurará en la memoria colectiva.
Nacido el 8 de febrero de 1937 en Avellaneda, en el seno de una familia trabajadora, el Padre Farinello fue un ejemplo de vocación y servicio desde temprana edad. Ingresó al seminario de La Plata a los 16 años y fue ordenado sacerdote en 1964. Desde entonces, su vida estuvo marcada por una profunda devoción por los más desfavorecidos y una firme convicción en la defensa de los derechos humanos.
Su labor en Villa Luján, Sur de Quilmes, donde vivió por y para los pobres, es testimonio de su incansable compromiso con los más necesitados. Durante décadas, trabajó incansablemente en la promoción de ollas populares, la distribución de alimentos y la denuncia de injusticias sociales. Su valentía al enfrentarse a regímenes autoritarios, como lo fue durante la última dictadura cívico militar lo convirtió en un referente indiscutible en la lucha por la verdad y la justicia.
El Padre Farinello no solo se destacó por su labor pastoral, sino también por su valentía al proponer el celibato optativo y al cuestionar las estructuras tradicionales de la Iglesia. Su visión progresista y su apertura al diálogo lo convirtieron en un líder respetado y admirado por muchos, tanto dentro como fuera de la comunidad católica.
Su compromiso con los más desfavorecidos no estuvo exento de sacrificios y adversidades. Sufrir detenciones, difamaciones y problemas de salud no lo apartaron de su misión, sino que lo fortalecieron en su convicción de seguir luchando por un mundo más justo y solidario.
Hoy, la Fundación Papa Francisco llora la partida de un amigo, un mentor y un verdadero héroe de nuestro tiempo. Aunque su ausencia física nos duela, su ejemplo y su legado perdurarán en cada acción que llevemos a cabo en favor de los más necesitados. Que su memoria sea bendición y su espíritu nos guíe en el camino hacia un mundo más justo y fraterno. Descansa en paz, querido Padre Farinello
